martes, 26 de enero de 2010

2218

El otro día, me gusta ese inicio.

Como decía, el otro día caminaba a idiomas (ese lugar lejano a enfermería) que esta tan lejos (y a quien no se le hace lejos después de 5 horas parada y con hambre) iba rápido, pero sin nada, no tenia música, no conversaba con nadie, ni tenía ganas de ver a los ojos a los demás, nada en lo absoluto se veía especial y la idea de irme en un camión por aproximadamente una hora para llegar a mi casa (si a mi casa, no la de mis amigos ni a ningún lugar para hacer tarea solo a mi casa), donde un baño frio y una lavadora me esperaban, no era algo realmente excitante.

La gente iba demasiado lento, todos iban taaaaaaaaaaan lento que parecía que el tiempo se estaba deteniendo mientras yo caminaba tan apresurada por llegar a ningún lado, llena de nada, apáticamente existente. De pronto lo vi a un músico del parque de enfrente, con su violín en la mano, tocando bellamente, tocando a su propio ritmo, sin ningún tiempo que lo controlara, sin que la gente existiera para él, solo su música que aunque quizás no era la más afinada, ni él el más talentoso, si era lo más bello del lugar, lo único que tenia vida en esa escena que me incluía.

El señor, sonreía era increíble hacia frió, los carros pasaban ruidosamente, se notaba que su ropa estaba sucia pero el solo tocaba y sonreía.

Así que en ese preciso momento cuando él me miro a los ojos y me extendió la mano con su tarjeta a blanco y negro no pude evitar decirle

“Muchas gracias…”

Y seguir caminando, simplemente él era bello su existencia era demasiado bella ese día.

2019

Nosotros fuimos amantes,
Y a veces más que eso,
A veces fuimos todo,
Y en ocasiones no éramos nada.

Ahora solo somos tiempo,
Recuerdos,
Y a veces,
lo olvido.