
- ¿No podrías encontentarte?
- no estoy molesta.
- sí, si lo estas.
- que no lo estoy.
- normalmente tu eres la que sonríe mientras yo te digo las miles de cosas que no quieres escuchar o más bien que nadie quiere escuchar.
- lo sé.
- ¿y no piensas regresarme mi trabajo?
- son mis vacaciones.
- ¿de qué?
- de ti, de él, de mi, de todos, estoy cansada de sentirme decepcionada de todo lo que me rodea incluso de mi.
- ... ¿también de mi? vamos siempre actuó bien...
- Jah, siempre lo haces mal y créeme que esta vez no te lo diré con anestesia, todo lo haces mal, a veces tienes buenas intensiones pero de que eres una idiota y no cambias.
- ... tu no solías ser así.
- te lo dije, estoy de vacaciones.
- ¿y qué es esto?
- Mi break.
- ¿y cuando regresas de tus vacaciones?
- no estoy segura, pronto me imagino.
- ya te extraño...
- que marica, yo te aguanto siempre te toca.
- llámame cuando regreses.
- ok, cuídate.
Pobre tu, lo lamento.