
viernes, 25 de febrero de 2011
1536

lunes, 21 de febrero de 2011
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Yo solo quería escuchar sus últimas palabras
martes, 8 de febrero de 2011
El dilema del puercoespin

Les voy a contar un cuento por la víspera…
Que vivía feliz e infeliz
Dormido en su cueva
Vivía feliz con su rutina
Con sus altos y bajos
Con su mar y su tierra
Vivía con viajes y sus pequeños lujos
El simplemente vivía
Y un día caminando por el bosque
Sin querer se topó con una puercoespín
Reacia y necia,
Obstinada y severa
Ella solo le repetía lo peligrosa que era
Pues sus espinas eran bellas
Pero filosas, únicas
El puercoespín creyó enamorarse de esta criatura
Y poco a poco fue acostumbrándola a su presencia
Ella por miedo de espinarlo
Siempre mantenía su distancia
Y el siempre creyó que era por sus propias espinas
La puercoespín jamás logro explicarle que no era por el
Si no por ella que mantenía la distancia
Y fue así como la puercoespín
Siempre huía cuando el intentaba besarla
De vez en vez buscaba su mano entre las espinas
Y la tomaba con cariño
Le daba sus caricias
Y se alejaba de nuevo
Con el tiempo el puercoespín quería más
Y más... el simplemente necesitaba mas
Era su naturaleza
Y la de ella huir
Poco a poco ella se fue alejando
Y cuando el más la necesitaba
Ella le dijo adiós
Intentando regalarle lo único que ella no podría darle
Libertad, de elegir y caminar
De seguir viajando y seguir viviendo a su voluntad
La puercoespín sabía que ella jamás podría acompañarlo en sus viajes
Y que la verdad siempre estarían alejados por sus espinas
Ella no le dijo nada
Más que adiós
Ella no pudo despedirse como lo quería
Ni lo miro a los ojos al decirle adiós
Y simplemente se marchó...
Ella pensó que el tiempo curaría su amor
Y que las heridas del corazón del puercoespín curaran
Que poco a poco él le dirá adiós a ella también
Y volverá a viajar
Volverá empezar
Sabiendo que el amor existe aun detrás de las espinas
La puercoespín le regalo
Lo que más le deseaba a él...
La posibilidad de ser feliz...
La moraleja de este cuento:
Es que el amor se presenta de diferentes maneras, y muchas veces para demostrar que quieres a alguien debes dejarlo ir, incluso herirlo para dejarlo ser feliz…
lunes, 7 de febrero de 2011
2056

Cuantas veces no intentaste darle color
A mi gris mundo
Cuantas veces no saltaste
Para llegar a mí infierno
Desgarraste tus manos
Solo para acariciarme
Llegaste al límite
Solo para reencontrarnos
Corriste, volaste a mi lado
Y yo no pude ni mirarte
No pude sentirte
No pudiste alejarme de mi infierno
Sumida en recuerdos
Suicidas memorias
Recuerdo de mi tormento
Simple agonía
Tú intentaste
Tú viniste...
Tú trataste de salvarme
Pero era tarde... Demasiado tarde...
domingo, 6 de febrero de 2011
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