viernes, 15 de junio de 2012

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  • - “Eres un monstruo!”
  • - Yo pensé que iba a volar…
El otro día, hace algún tiempo ya, yo era joven y estúpida (y no digo que ya sea vieja, ni que haya dejado de ser estúpida, solo que… shh), estaba en una de esas clases que todos sabemos que tuvimos en algún momento de la preparatoria, pero no recordamos realmente que clase era, ni quien la daba, es mas a veces ni del año que cursábamos.

El punto no era ese, esa frase que aun en la actualidad me persigue “Eres un monstruo” la recuerdo tan bien… casi como si escuchara a mis compañeros de nuevo repetírmela una y otra vez, un buen día o no tanto, estaba en mi aburrida clase, pero recuerdo que era un bonito día, de esos nublados (raros en mi pueblo) temperatura agradable, así que teníamos las ventanas del salón abiertas de par en par, en eso repentinamente entran dos pajaritos silvestres (de esos cafés), se pusieron frenéticos al ver que no estaba solo el salón chocaron una… PAZ… dos… PAZ… uno logra salirse, el otro sin tanta suerte sigue dándose de pared a pared unas tantas veces mas, yo en mi momento de indiferencia con el mundo seguía mirando hacia afuera, de pronto siento que todo se queda en silencio (SI eso si me llamo la atención) miro a mi mochila y veo al pobre pajarito tendido sobre mi mochila de lona negra de esas Everest, mire con tristeza rápidamente al pobre animalito que yacía semi consiente en mi regazo…

Ahora les comentare al modo que vieron mis compañeros:

Fríamente miro al pajarito que estaba medio muerto, seguro pensó que podría hacer algún ritual o alguna madre malvada así como las que ella se avienta con su amiga la rockera, debió querer su sangre, o sus huesitos para alguna madre satánica.

Entonces lo tomo con desprecio y al ver que estaba más muerto que vivo, lo tomo de las plumas de la cola y lo aventó por la ventana, seguro vio un gato y quería ver como se comía al pobre animalito emplumado, ya cuando todos la vimos dijo la desgraciada “estaba por volar yo solo lo ayude para que no chocara… de nuevo. Yo pensé que iba a volar”.

Esa no fue la verdad, pero aun me dicen que soy un monstruo. La verdad es que yo solo quería que el pájaro regresara volando al cielo "Yo pensé que iba a volar”.

Pd. El pájaro estaba vivo y no se lo comió un gato, o al menos no ese día.